jueves, 30 de junio de 2011

Parientes próximos y lejanos (primera parte)

A la vista de esta ave cualquiera diría que es una variante sin pigmentación del ibis eremita.
Se trata, no obstante, de otra especie de ibis, el toki (トキ) nombre japonés del ibis nipón. El nombre científico de la especie Nipponia nippon es todo un homenaje a uno de sus lugares de origen, aunque también se distribuye por China Siberia


Esta especie se encuentra En peligro, pero se trata de un ejemplo de recuperación de una especie gracias a las medidas de conservación. En los años 1960s y 1970s se los dio por extinguidos pero fueron redescubiertos en 1981. Un intenso programa de protección del hábitat y de cría en cautividad ha multiplicado sus colonias.
Al contrario de nuestra especie, habita en zonas forestales y busca su alimento en zonas húmedas. Se trata también de un caso excepcional de producción de una sustancia que podemos considerar un maquillaje natural. Unas glándulas en la zona de la garganta segregan un líquido alquitranoso que extienden por el cuello durante la época de reproducción.
(zhuhuan)

Nipponia nippon ha sido ampliamente ilustrado en sellos tanto en China



como en Japón
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viernes, 10 de junio de 2011

Seguimiento por satélite: Siria y Turquía

El avance de la tecnología ha revolucionado en los últimos años el seguimiento del uso del espacio de las aves. El tamaño cada vez más pequeño de los emisores por satélite y su mayor autonomía permiten su uso en multitud de especies en la actualidad.
 Tras el descubrimiento, en Siria, de una pequeña colonia de la población oriental del ibis eremita se puso en marcha una operación de captura y marcaje para conocer la ruta de migración de estos últimos animales y conocer sus lugares de invernada y las posibles amenazas que pudieran afectarles.
Aquella operación, realizada en 2006 gracias al apoyo de la RSPB, el socio británico de BirdLife International, fue todo un éxito y los tres ejemplares marcados permitieron comprobar que los ibis cruzaban la Península Arábiga, el Mar Rojo y llegaban a Etiopía.
 Un equipo de investigadores se desplazó a Etiopía para verificar que las aves convivían con las personas y los ganados locales y que no existían amenazas graves aparentes sobre la especie en los cuarteles de invernada.
Por desgracia, en 2009, se comprobó que el peligro se encontraba en la travesía del desierto arábigo y por no por causas naturales sino antropógenas.
Julia, fotografiada por el mismo cazador
La información enviada por el emisor hizo suponer que el ibis podía haber muerto en Arabia Saudí. Gracias a la coordinación internacional, las autoridades locales se desplazaron para comprobar que, efectivamente, unos cazadores habían disparado sobre uno de los ibis eremita. Uno de los ejemplares marcados, una hembra llamada Julia, había sido abatida.
El marcaje de otros ejemplares procedentes de la población de Turquía permitió también saber que los jóvenes se dirigían instintivamente hacia el Sur, pero también se comprobó, por desgracia, que la electrocución es una amenaza real ya que dos de los ejemplares marcados murieron por esta causa.
La abundante información revelada por el marcaje de estos individuos, la capacidad de identificar amenazas y atajarlas confirman la necesidad de realizar este mismo tipo de actuaciones con los ejemplares de la población occidental. Esa es la razón del lanzamiento de la campaña de recogida de fondos que, además, debería apoyar el pago de los gastos de los guardas locales.

miércoles, 8 de junio de 2011

El ibis eremita es una especie catalogada en peligro crítico por la UICN. El proyecto ibis eremita de SEO/BirdLife mantiene una patrulla de guardas en las dos últimas zonas donde existen: el Parque Nacional de Souss-Massa y la región de Tamri, en Marruecos. Estos guardas vigilan las colonias de cría y en los lugares de alimentación, realizando labores de seguimiento que aportan datos vitales para actuar en la conservación de la especie.


Necesitamos tu apoyo para continuar con esta tarea. ¿Nos ayudas?

miércoles, 1 de junio de 2011

Conservación ex-situ y reintroducciones III



Cuidador con la indumentaria para
evitar la impronta con las personas

El Proyecto Eremita en Andalucía tiene como objetivo el desarrollo de técnicas de reintroducción para ser aplicadas en el futuro. Al contrario que los proyectos austriacos que se basan en una impronta hacia los cuidadores, los pollos criados manualmente sólo reconocen a sus cuidadores si estos llevan una indumentaria particular, para evitar una excesiva familiaridad con el ser humano. Se introdujeron los primeros individuos en unos aviarios en la Sierra del Retín, Cádiz. En 2008 se produjo el primer intento de reproducción en libertad. En años sucesivos se ha ido incrementando el número de parejas y en la actualidad existen varios sitios de reproducción. Al final del proyecto está previsto la captura de los ejemplares que hubiera en libertad así como el desmantelamiento de las infraestructuras.
Si bien el interés de estos proyectos es innegable ya que permiten conocer técnicas de recuperación de la especie, la prioridad que se establece en el plan de acción de la especie es media, frente a la importancia crítica que se le otorga a las actividades de conservación in situ. No se debería hablar, todavía de reintroducciones. De hecho, en mencionado plan de acción internacional se establece que cualquier intento de reintroducción deberá ser aprobado por el grupo de expertos en reinteroducciones de la UICN.

Conservación ex-situ y reintroducciones II


En la actualidad, existen dos proyectos de reintroducción en Austria.

Aviario en Grünau
En la estación de investigación de Grünau se ha establecido una población sedentaria de ibis que es mantenida en los aviarios en la época en la que se dispersarían de forma natural. En esta estación biológica se estudian aspectos etológicos y fisiológicos de los ibis eremitas.

El proyecto Scharnstein busca por su parte establecer una colonia migradora a través del aprendizaje de rutas favorables de migración utilizando ultraligeros primero y, actualmente, paramotores. Las aves empleadas están troqueladas con sus cuidadores lo que permite enseñarles a seguir las pequeñas aeronaves. y les siguen allá donde estos van, por lo que aprenden fácilmente a seguir a la pequeña aeronave. En 2004 se realizó el primer vuelo hacia Toscana, en Italia. 
Aspecto del bando desde el paramotor
Jóvenes ibis y uno de  los cuidadores
durante la migración de 2009

Se ha verificado la migración hacia el norte en varias ocasiones, a diversas localidades en Austria. En una ocasión se produjo un intento de reproducción en libertad  en el norte de Italia; se capturó a la pareja y la reproducción tuvo lugar en cautividad, tras la cual las aves fueron liberadas e iniciaron su migración de nuevo hacia el Sur. 
También se están realizando este tipo de entrenamientos para enseñar a migrar a los ibis eremitas desde Burghausen, en Baviera, justo en la frontera con Austria, también hacia la Toscana.






Conservación ex-situ y reintroducciones I


A partir de finales del siglo XX, cuando las poblaciones salvajes en el norte de África y Oriente próximo comenzaron a reducirse gravemente, empezaron a cobrar importancia diversos proyectos de cría en cautividad.
Ibis eremita en el zoo de Tel Aviv

La población de ibis en cautividad se calculaba, en 2003, en unos 1.100 ejemplares. 850 estaban en zoos europeos y unos 250 entre Japón y Norteamérica. Por entonces, 49 zoos en Europa mantenían poblaciones de esta especie y sólo ellos producían entre 80 y 100 jóvenes por año. Esta productividad no es tan alta como la que se da en libertad y que ronda de media un pollo volado por pareja reproductora, lo cual es en parte debido a un cierto control de la natalidad habitual en los zoos para evitar superpoblación. Todas la poblaciones cautivas de ibis eremita proceden de ejemplares marroquíes.
Entre 1976 y 1994 hubo varios intentos de cría en semilibertad (Tel Aviv), de refuerzo de poblaciones (Bireçik) o de reintroducción (Almería) que no han tenido continuación.

(Sigue)
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