San Galo en 1548, época de realización del manuscrito (de Wikimedia) |
La historia de la abadía ya es de por sí curiosa, dado que se mantuvo católica durante cerca de tres siglos, a pesar de que la ciudad había abrazado la reforma protestante. La fortificación de la abadía mantuvo las imágenes a salvo de las incursiones de los iconoclastas.
A mediados del siglo XVI el príncipe-obispo Diethelm Blarer encargó al italiano Manfredo Barbarini Lupo, de Correggio, una serie de piezas corales a cuatro voces para las diferentes festividades religiosas del año. En 1562 la obra estaba terminada con textos del padre Heindrich Keller e iluminado en sus primeras páginas, por Kaspar Härtli, de Lindau, al norte del lago Constanza.
Las ilustraciones muestran, en algunas páginas, numerosas imágenes de aves.
La página número 5 muestra numerosas especies, como jilgueros, grajas, chochines, petirrojos, camachuelos, lavanderas o piquituertos, aunque algunas no son fáciles de identificar.
En el centro del pliego aparece una imagen de las más precisas, mostrando un ibis eremita joven, lo que muestra la familiaridad del artista con la especie.
Fuente:
Cod. Sang. 542, page 5, Stiftsbibliothek St. Gallen / Codices Electronici Sangallenses http://www.cesg.unifr.ch
Fuente:
Cod. Sang. 542, page 5, Stiftsbibliothek St. Gallen / Codices Electronici Sangallenses http://www.cesg.unifr.ch
No hay comentarios:
Publicar un comentario